¿Alguna vez te has detenido a pensar qué harías si te quedaras sin agua corriente durante varios días? No hablo de una simple avería de unas horas, sino de una crisis prolongada, una semana sin una sola gota de agua en el grifo. Si vives en un apartamento o una casa pequeña, puede que hayas descartado la idea de almacenar agua por la falta de espacio. Pero aquí va un secreto: no necesitas una casa con sótano para tener una reserva decente de agua.
La preparación es como un seguro: esperas no usarlo nunca, pero cuando lo necesitas, te alegras de haberlo hecho.
Hoy quiero compartir contigo 3 soluciones prácticas para almacenar agua en lugares pequeños sin que tu hogar se convierta en un almacén.
La Realidad del Almacenamiento de Agua: ¿Cuánta Agua Necesitas Realmente?
Olvídate del «litro por persona y día». La realidad es más compleja de lo que parece. ¿Te atreves a hacer una prueba? Intenta pasar un fin de semana entero usando solo agua embotellada para todo: beber, cocinar, limpiar, e incluso para la higiene. Sorprendente, ¿verdad? Te sorprenderás al ver que necesitas mucho más agua de la que pensabas.
Según mi experiencia, una familia de cuatro personas podría necesitar alrededor de:
- 8-10 litros para beber
- 8-12 litros para cocinar y limpiar
- 6-8 litros para higiene personal
- 2-4 litros extra para mascotas
¡Y esto sin contar el agua usada en el inodoro, el lavado de ropa o la limpieza general! Esto me llevó a darme cuenta de algo muy importante: no solo se trata de almacenar agua, sino de utilizarla eficientemente.
Mi Experimento del Fin de Semana: Un Recordatorio de la Realidad

Decidí experimentar de primera mano cuánta agua usa una familia en una situación de emergencia. Apagué el agua y empecé a registrar cada gota utilizada:
- Inodoro: Consumió mucha más agua de lo que pensaba.
- Lavar los platos de una sola comida: Requirió casi 3 litros.
- Higiene matutina de mi hija adolescente: 2 litros.
- Cafetera: Perdía medio litro al día por goteo.
Este experimento cambió completamente mi perspectiva sobre cómo almacenar agua. La cantidad importa, pero lo que realmente hace la diferencia es cómo la usamos.
3 Soluciones de Almacenamiento para Espacios Pequeños
1. El versátil bidón de agua
Si el espacio es reducido, los bidones de agua son la opción más eficiente. Solo asegúrate de elegir uno que sea apto para uso alimentario y límpialo bien antes de llenarlo. Un consejo que aprendí por las malas: asegúrate de que el suelo pueda soportar el peso del agua. Un litro de agua pesa un kilogramo, por lo que un bidón lleno puede ser muy pesado.
Opciones recomendadas:
- Bidón de 25L con grifo: Perfecto para empezar.
- Depósito apilable de 60L: Ideal para colocar en armarios.
- Garrafa plegable de 20L: Para espacios muy pequeños.
Pro-tip: Usa el espacio debajo de la cama o en armarios empotrados para los bidones más pequeños. Los más grandes se pueden facilitar moviéndolos con ruedas industriales.
2. Bolsas de Agua para la Bañera

Una solución ingeniosa para almacenar agua, son las bolsas de agua para la bañera, que pueden almacenar hasta 220 litros de agua sin ocupar espacio cuando no se utilizan. Las guardo junto con mi equipo de emergencia para situaciones de tormentas o cortes de suministro imprevistos. Son fáciles de instalar y mantener el agua limpia durante meses.
Obviamente es fundamental reconocer cuando se aproxima una emergencia para poder utilizar un recipiente en la bañera para almacenar agua. Estos son ideales en caso de tormentas u otras situaciones de crisis.
Recomendación:
Ventajas:
- No ocupa espacio cuando no se usa
- Instalación rápida
- Mantiene el agua limpia durante meses
3. Contenedores IBC para Espacios Más Grandes
Si tienes un garaje o una terraza resistente, los contenedores IBC son una excelente opción para almacenar agua. Con capacidad para 1.000 litros, son ideales para quienes necesitan más agua y disponen de espacio adicional. Pero, ojo, su instalación requiere planificación: necesitarás una superficie nivelada y resistente, y también debes protegerlos de la luz solar directa para evitar la proliferación de algas.
Recomendación:
Mantenimiento y Calidad del Agua
El agua almacenada necesita atención para asegurar su calidad. Te comparto mi sistema, que me lleva menos de una hora al mes:
- Cada tres meses, utilizo un medidor de TDS (sólidos disueltos totales) que compré por unos 15 euros para medir la calidad del agua.
- Renovo el agua cuando los niveles de TDS son demasiado altos. No la desperdicio: la uso para el huerto o para limpiar.
- Tratamiento: Además de las clásicas dos gotas de lejía por litro, añado una pizca de vitamina C (ácido ascórbico), que neutraliza el sabor a cloro sin afectar su efecto potabilizador.
Más Allá del Almacenaje
El almacenamiento de agua es solo el principio. Complementa tu sistema con un filtro de agua portátil y aprende sobre técnicas básicas de purificación. Además, si vives en una zona con fuentes naturales de agua, como ríos o pozos, es una buena idea conocer cómo purificar esa agua en caso de emergencia.
Reflexión Final: El Agua es Vida
En situaciones de emergencia, el agua es uno de los recursos más valiosos. No necesitas una gran casa o un presupuesto elevado para estar preparado. Solo necesitas creatividad, planificación y un enfoque práctico para hacer de la preparación una parte cotidiana de tu vida. Empieza con lo que puedas, aprende de cada experiencia y mejora tu sistema gradualmente. La preparación no es un destino, sino un viaje continuo.